Descripción
Esa lata de Manteca de karité pura, salvaje, sin refinar y sin plástico, por sí sola, puede ayudarte a evitar residuos y también muchos aditivos indeseados pero habituales en los productos de cosmética.
Ganarás en salud, y contigo ganarán el planeta y también mujeres trabajadoras, organizadas en cooperativas en África.
Manteca de karité pura y salvaje,
con responsabilidad social y ambiental
Esta manteca de karité pura proviene de un árbol salvaje y centenario que tarda 40 años en dar fruto. Más que bio, es una manteca de karité realmente salvaje. Se trata de un producto totalmente libre de pesticidas y abonos, y desde luego, de aditivos.
Se produce a partir de un pequeño fruto, que es recolectado una vez cae al suelo por mujeres que están organizadas en cooperativas de trabajo en Ghana y Senegal. Estas mujeres extraen una especie de nuez del fruto, que machacan, tuestan y baten a mano, para obtener una manteca de karité pura, salvaje y totalmente natural. Y gracias a Maison Karité, sin plástico.
Un producto de primerísima calidad que:
- ayuda a mantener tradiciones ancestrales, de unos 3 mil años de antigüedad
- el karité contribuye a preservar el ecosistema natural del lugar generando fuentes de ingreso respetuosas con el entorno
- empodera a la mujer trabajadora africana, de otorga independencia y le permite obtener un salario justo por su trabajo
- la manteca de karité certificada como cosmética ecológica por Bio:inspecta según la Norma BioVidasana y como producto de Comercio Justo en origen por EcoCert.
¿Por qué comprar una manteca de karité pura?
La manteca que conserva la energía pura y vital de esos árboles de lento crecimiento en la sabana africana, y de las mujeres que amorosamente la trabajan en el campo desde tiempos inmemoriales.
Es emoliente, cicatrizante natural, hidratante, ayuda a reestablecer la elasticidad de la piel, protege naturalmente de irritaciones y tiene acción antiinflamatoria. Es sólida y se funde por encima de los 28ºC, así que solo hace falta frotar entre las manos para aplicar.
La manteca de karité puede ser aplicada en sustitución de la hidratante corporal, después del afeitado, en el rostro o para nutrir el cabello, a modo de mascarilla antes del lavado. Es ideal para toda la familia, porque protege las pieles delicadas, ayuda a recuperar las pieles castigadas, equilibra los niveles de grasa, es apto para personas alérgicas o con sensibilidades, Por su alto poder regenerante, previene estrías en el embarazo o en las etapas de crecimiento, y ayuda a curar la piel agrietada, incluidas las típicas grietas en los pezones de las madres lactantes.
Por su alta concentración de nutrientes, la manteca de karité se utiliza en muy pequeña cantidad.
La lata, un envase reutilizable, 100% reciclable y sin plástico
- El formato de este producto te ayudará a reducir residuos: es una manteca de karité sin plástico, que puede sustituir el uso de cremas corporales, que habitualmente se venden en botes de plástico.
- Su bote es reutilizable puesto que se abre y cierra con un sistema de rosca que seguirá funcionando cuando tu manteca de karité se haya acabado.
- Puedes usar el bote de la manteca de karité para guardar cremas hechas en casa, como jabonera para tu jabón en pastilla o tu champú sólido, como joyero de viaje o para cualquier otra cosa que te inspire tu imaginación.
En casa la usamos para hidratar los labios, pies, para la psoriasis, como crema de manos y para las rojeces de mi bebé por rozaduras. Es fantástica!!!!
Hace su función
La he usado mucho este verano y me ha gustado mucho. Aunque pensaba que haría hidratación con más profundidad. No sé si se va a convertir o no en mi hidratante de cabecera.
Maravillosa
Como la esperaba, muy buena manteca. En casa dura mucho tiempo. Si tienes piel delicada, es de lo mejor que puedes utilizar. Para aplicarla hay que tener paciencia porque no funciona como las cremas comerciales, pero la piel lo agradece con creces. Vengo usando manteca de Karité desde hace años, vale para todo, piel atópica, rozaduras, culito escocido de los peques, labios agrietados, un básico. El olor es neutro.