Un reciente estudio señala que dos de cada diez mujeres o personas menstruantes en España han tenido dificultades económicas para comprar productos sanitarios para la menstruación, que en nuestro país tienen un 10% de IVA y un 21% en las compresas reutilizables.
Estos datos son solo para artículos desechables, no se sabe cuantas mujeres y personas menstruantes tienen dificultades para acceder a productos reutilizables y de calidad.
Y por qué es importante remarcar “calidad”, porque, aunque haya miles de opciones de productos reutilizables, no todos son de calidad. No todos están confeccionados respetando las condiciones laborales dignas ni realizadas con materia prima sostenible para el planeta.
Pero volviendo al tema principal, la pobreza menstrual está mucho más extendida y afecta a muchas más mujeres y personas menstruantes de las que crees.
Amigas, vecinas, familiares, padecen mes a mes, la dura realidad de tener que restringir o incluso suprimir otros artículos necesarios en pos de comprar productos de higiene menstrual.
Te sorprendería saber que incluso hay mujeres y personas menstruantes que deben paralizar sus actividades cotidianas por no tener acceso a compresas o tampones.
Como parte de la encuesta mencionada al comienzo de nuestro informe, cuando se pregunta a las encuestadas qué productos sanitarios usan en su período, el 11,6% de ellas señala que utiliza papel higiénico y el 4,3% pañales como productos menstruales, mientras el 4,6% practica el sangrado libre.
Pero no solo es pobreza menstrual, hablemos de la discriminación menstrual
Los problemas económicos no son los únicos, las mujeres y personas que menstrúan también tienen que hacer frente a la discriminación menstrual, que se traduce en las dificultades que supone menstruar cuando el entorno no está habilitado para ello, especialmente en lo que respecta a espacios públicos, laborales y escolares.
Así, el 74% de las participantes entrevistadas afirmó haber “sobreutilizado” en alguna ocasión un producto menstrual por no haber tenido acceso a un lugar adecuado para cambiarlo. Del total, más del 42% aseguró haber sufrido discriminación menstrual alguna vez.
Medina, investigadora principal del estudio, ha advertido de la necesidad activar políticas públicas que fundamentadas en la justicia social y la perspectiva de género, y que tengan en cuenta la diversidad y necesidades específicas de los diferentes colectivos.
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Para terminar (aunque aún hay mucho por hacer e informar sobre este tema), si tienes la suerte de poder acceder a productos menstruales sostenibles, siempre que puedas, ayuda, educa, colabora para ayudar a erradicar este problema.
Por nuestra parte, y aun sabiendo que lamentablemente no resolveremos el problema, nos hemos unido con Nushu y Naturcup, empresas locales y con productos de la más alta calidad, para crear un kit compuesto por 3 salvaslip y 1 copa menstrual a un precio en el que ni productoras ni nosotras nos llevamos dinero, pensado exclusivamente para personas menstruantes en situación de vulnerabilidad económica.
Aquí os dejo el enlace del kit por si estás en situación de vulnerabilidad económica TU REGLA SIN REGLAS